Desayuno abundante y riquísimo, gran variedad de opciones.

Despertar con vistas a las montañas es increíble.

Un encantador refugio en la montaña

Desperté cada mañana con el aroma de un maravilloso desayuno buffet, lleno de opciones deliciosas. La habitación era amplia y cómoda, y la atención del personal siempre fue excepcional. La cena del hotel, aunque no la habíamos planeado, resultó ser un festín increíble cada noche. El ambiente tranquilo y las vistas desde el balcón no tienen precio.

El acceso a internet en la habitación era un poco errático, aunque era mejor en el bar. También, la piscina no estaba operativa en mi visita, lo que fue decepcionante, pero el entorno montañoso hizo que aún así disfrutáramos de nuestra estancia.

La morera fue una decepción total. La wifi era un chiste y yo esperaba poder trabajar, pero nada. Además, un saludo a la insonorización, que era menos efectiva que un tambor en un festival. Por si fuera poco, esperaba un gesto especial, pero parece que aquí todos somos iguales, ¡qué lástima! Casi dejo una buena reseña, pero no pude.

Las habitaciones son amplias y cómodas, con un ambiente acogedor que invita al descanso. Disfruté de un desayuno buffet variado, con opciones que incluían croissants recién horneados y frutas frescas, ideal para comenzar el día con energía.

Mejorar la conexión a internet en las habitaciones.

La atención del personal fue excepcional, siempre dispuestos a ayudar y a hacer que nuestra estancia fuera cómoda.

La falta de climatización en la habitación hizo que algunas noches fueran muy calurosas, lo cual afectó un poco nuestra comodidad.

La terraza de la habitación resulta ideal para disfrutar de unas copas al atardecer. El restaurante ofrece comida casera típica catalana que sorprende, desde una excelente sopa de galets hasta escudella, todos platos bien elaborados.

Las habitaciones sufrieron de una falta de climatización, haciendo que algunas noches fueran incómodamente cálidas. Además, las ventanas no podían permanecer abiertas debido a la entrada de insectos, lo que limita la ventilación. noté que sería útil tener gel y champú separados en el dispensador de la ducha, así como alguna funda o cubre en el sofá.

me decepcionó profundamente la falta de climatización en la habitación, era un verdadero horno, y no hay mini nevera para mis bebidas. Además, esperaba un gesto especial como una botella de agua o una mejor atención, ¡qué iluso fui! Casi dejo una buena reseña, pero simplemente no pude.

La habitación era amplia y estaba limpia. Las vistas desde el balcón eran espectaculares. El desayuno buffet ofrecía una buena selección de platos. La atención del personal fue amable y servicial. Disfrutamos de la terraza por la noche. 😊

La piscina no estaba operativa durante nuestra estancia, lo cual fue decepcionante. La zona de juegos para niños tiene muchos juguetes bien seleccionados que los niños disfrutarán. Las habitaciones son cómodas y amplias, con buenas vistas de la montaña.

La habitación era moderna y tenía una terracita muy agradable donde disfrutamos de un par de copas al atardecer. La piscina y el spa fueron perfectos para relajarnos tras un día de exploración. Solo un detalle, por la noche hacía un poco de calor, pero eso no nos impidió disfrutar de nuestra estancia. 😊

Despertar cada mañana con un desayuno buffet que ofrecía croissants recién horneados y una variedad de jugos orgánicos fue como un abrazo cálido de la montaña. La cena del hotel, aunque no la teníamos planeada, fue un festín que superó nuestras expectativas, ¡una verdadera delicia para el paladar!

Conexión a internet irregular

Desayuno delicioso y acogedor ambiente

Pasamos una noche en un hotel encantador que nos ofreció un desayuno buffet riquísimo con croissants recién horneados y una buena selección de frutas. La habitación era acogedora, con buena limpieza y un pequeño salón que hacía nuestra estancia más amena. Sin embargo, el acceso a internet en la habitación fue un poco inestable, lo que impidió que pudiéramos conectarnos fácilmente.

Hotel acogedor, ideal para esquiar. La cena estuvo fenomenal y muy variada. Me encantaron las vistas desde la habitación, un respiro en la montaña.

La insonorización fue tan buena como un tambor en un funeral. No pude descansar por los ruidos vecinos.